viernes, 3 de agosto de 2012

La Caña De Azucar


MISION
PROBLEMÁTICA AMBIENTAL Y DEL SUELO: las enfermedades, los insectos, la contaminación por la quema, la mal siembra (el mal uso, el mal asesoramiento de donde se tiene que plantar y la mala selección de la planta de la caña de azúcar para sembrarla)
VISION
El resultado de este proyecto es disminuir la quema de la caña y que empleen las diferentes formas de cosechas; para no maltratar la tierra, sino que sacarla de forma natural y con menos daños y riesgos.
PLAN DE MEJORAMIENTO
Mi plan de mejorar en todo aspecto la caña de azúcar es que no se promueva más las quemas de la caña para que se pueda mejorar la calidad de vida de nuestro planeta además de paso está afectando el suelo en gran cantidad, con la quema de la caña hace que se produzca lluvias acidas y otra clase de enfermedades propagadas por este. También a identificar cual es la mejor caña para el consumo de la sociedad y sobre todo esto cuales serían los mejores terrenos para cultivarlos sin dejar de sembrar un planta mejor que la caña.

Cultivo de caña de azúcar

El azúcar ha sido un ingrediente muy valorado en la elaboración de alimentos y bebidas desde que Alejandro Magno descubrió la caña de azúcar o ‘la caña que hace la miel sin abejas’, en la India hace 2500 años.
En los EE.UU., el consumo promedio de azúcar en la actualidad es el doble del máximo del 10% de las calorías diarias recomendadas por la Organización Mundial de la Salud. Sin embargo, como la caña de azúcar se cultiva en 102 países, y para una docena de éstos representa el 25% de su tierra de cultivo, su cultivo y procesamiento proporciona sustento para millones de personas y su exportación mantiene a muchas economías nacionales.
Aproximadamente el 70% de todo el azúcar proviene de la caña de azúcar, el resto de la remolacha azucarera. Estos cultivos crecen en zonas tropicales a sub-tropicales y templadas, respectivamente.
Significativos problemas ambientales rodean a la caña de azúcar. Por un lado, la caña de azúcar es la materia prima para el biocombustible que proporciona la mejor ganancia neta de energía y tiene la menor huella de carbono. En Brasil, donde se ha elaborado bioetanol a partir de la caña de azúcar a gran escala desde la crisis de petróleo de comienzos de los ‘70, el 55% del cultivo ahora se usa con este fin. Por otro lado, el Fondo para la Vida Silvestre (WWF por su sigla en ingles) considera que los principales problemas ambientales en la producción de caña de azúcar son los efluentes, la pérdida de hábitats a medida que se limpia la tierra para cultivo y todas las consecuencias de las diversas prácticas agronómicas, en especial:
  • Erosión del suelo
  • Contaminación del agua por el escurrimiento y la lixiviación de agroquímicos
  • Resistencia de las malas hierbas, las plagas y las enfermedades
El paraquat es un herbicida no selectivo que cuando se lo usa para controlar malas hierbas en conjunto con otras prácticas puede ayudar a mitigar estas amenazas.

El paraquat es una herramienta esencial para los productores de caña de azúcar

El paraquat interrumpe la fotosíntesis y rápidamente destruye todo el tejido verde. control de las malas hierbas no se ve afectado incluso si llueve a los 15-30 minutos de haber pulverizado. Como tal, ha sido esencial para el desarrollo de sistemas de cultivo como la labranza cero que no se basan en el uso del arado para el control de las malas hierbas. Cuanto menos se perturba el suelo, más se evita la erosión.
El paraquat se desactiva inmediatamente cuando entra en contacto con el suelo. No se produce escurrimiento, lixiviación, persistencia o problemas de captación de la raíz para restringir su uso. A diferencia de muchos otros herbicidas que tienen propiedades ‘residuales’ se lo puede pulverizar para quemar las malas hierbas antes de plantar sin arriesgarse a dañar el cultivo. El paraquat no es sistémico como el herbicida no selectivo alternativo glifosato por lo tanto se puede aplicar hasta en la cuarta etapa foliar de la caña de azúcar sin daños perdurables. En algunas situaciones la quema temporaria del cultivo resulta incluso beneficiosa y estimula el crecimiento de brotes laterales (mocollos). Luego se puede usar paraquat para secar el cultivo pulverizando por aire 3-14 días antes de la cosecha.
El uso intensivo de glifosato ha causado nuevos problemas de malas hierbas ya que las especies no tan bien controladas se han ‘invertido’ para volverse más dominantes y problemáticas. Algunas especies han evolucionado biotipos que son resistentes al glifosato. El paraquat tiene un modo de acción diferente, de modo que cuando se lo utiliza en sistemas integrados de manejo de malas hierbas, ayuda a evitar problemas de inversiones y resistencia de las malas hierbas.

¿Qué es la caña de azúcar?

La caña de azúcar es una gramínea con un tallo grueso y fibroso, que crece hasta alcanzar los 6 m de altura. Las variedades comerciales de la caña de azúcar son híbridos complejos de varias especies dentro del género Saccharum. La especie más conocida es Saccharum officinarum.
Las plantas de caña de azúcar almacenan sacarosa en la savia del tallo para llenar las semillas luego de la floración. Sin embargo, es importante que los cultivos de caña de azúcar no florezcan para que den altos rindes de azúcar. En el momento de la cosecha, la caña contiene aproximadamente 10% de azúcar, lo cual cambia según la variedad, la estación y el lugar.
La extracción de azúcar cristalina comprende la molienda de la caña recién cosechada para producir azúcar en bruto que luego se purifica para elaborar azúcar blanca refinada que es 99% sacarosa.
En la molienda, se lava, corta y tritura la caña, luego se mezcla varias veces con agua y se aplasta con rodillos. El jugo obtenido (‘garapa’) contiene hasta 15% de sacarosa, mientras que los sólidos fibrosos restantes (‘bagazo’) constituyen una útil fuente de energía, alimento para animales o se usan para fabricar papel. El agregado de cal neutraliza el pH del jugo de la caña. Esto detiene la división de la sacarosa en glucosa y fructosa y precipita algunas impurezas. Se deja que los sólidos en suspensión se asienten antes de que se evapore el jugo para hacer un jarabe. El jarabe se concentra bajo vacío y el azúcar sale cristalizado de las ‘melazas’ líquidas cuando se lo grana con azúcar cristalina.
El azúcar en bruto se refina lavando para sacar el recubrimiento exterior contaminado de los cristales. Luego el azúcar que queda se disuelve para elaborar un jarabe con 70% sacarosa. Las impurezas filtradas y las siguientes rondas de concentración y cristalización dan como resultado azúcar blanca refinada. Los cristales de azúcar se vuelven a separar de las melazas en una centrífuga. resto del azúcar se recupera como azúcar negra. ya no se puede recuperar azúcar con fines económicos, las melazas finales siguen conteniendo 20–30% de sacarosa y también 15–25% de glucosa y fructosa. El azúcar granulado se elabora secando el azúcar en una secadora rotatoria caliente y luego se la acondiciona secándola con aire frío durante varios días.

¿Dónde se cultiva la caña de azúcar?

Se cultivan aproximadamente 20 millones de hectáreas de caña de azúcar en todo el mundo (Fig. 1). Como es un cultivo tropical, la gran mayoría se cultiva en América Latina, India y el Lejano Oriente. Muchos países en África cultivan individualmente pequeñas superficies. Brasil, India, China, Tailandia y Pakistán cultivan más de un millón de ha. La superficie en Brasil ha aumentado un 40% en la última década.
Las áreas en India, Pakistán y EE.UU. han permanecido bastante estables, pero la superficie de caña de azúcar en Cuba ha disminuido drásticamente en los últimos años y en 2007 había bajado un 66% con respecto a la superficie cultivada en 1997. La caída de la industria de la caña de azúcar en Cuba fue consecuencia del colapso de la Unión Soviética y del mercado garantizado que ésta representaba. El azúcar de caña es un importante producto de exportación para muchas islas del Caribe, pero se espera que colapse con la eliminación del actual sistema de proveedores preferenciales en la Unión Europea.
Durante los últimos diez años, la producción mundial de caña de azúcar ha aumentado en un 25%, a más de 1.5 billones de toneladas. Esto puede atribuirse a un 13% de aumento en el área cosechada y a un 9% de mejora en el rinde. Entre los países líderes, la producción de caña de azúcar ha estado aumentando más en Brasil, China y Colombia. En la Tabla 1 se muestran algunos datos de las cosechas.

Tabla 1. Producción de caña de azúcar en los países líderes (por área cosechada) en 2008 (pronósticos de la FAO).  

Área del país cosechada
(en millones de ha)
Producción anual
(en millones de t)
Rinde promedio
(t/ha)
Brasil8.14 648  79.7
India5.06348  68.9
China1.71124  73.1
Pakistán1.24  64  51.5
Tailandia1.05  73  69.7
México0.67  51  76.4
Colombia0.38  39100.4
Australia0.39  34  87.1
Sudáfrica0.43  21  48.2 
Cuba0.38  16  41.3

¿Cómo se cultiva la caña de azúcar?

La caña de azúcar se propaga a partir de cortes o ‘trozos’ de hasta 1 m de largo, que se plantan en surcos. Los brotes salen a partir de yemas en estas secciones del tallo. En Brasil, se pueden obtener cinco a seis cosechas antes de replantar. La ‘planta caña’ es el nuevo cultivo que se cosecha a aproximadamente un año después de la plantación (se cosecha a principios de la estación lluviosa – septiembre a noviembre) o más comúnmente a los 18 meses de plantar (se cosecha en el período seco – julio, agosto). Luego de cortar, se planta un cultivo de ‘caña soca’ a partir de nuevos brotes que crecen de tocones de las plantas cosechadas. Los cultivos de caña soca se cosechan a intervalos anuales principalmente en las estaciones secas. La aplicación cuidadosa de fertilizante nitrogenado resulta crítica para los altos rindes del azúcar. Demasiado fertilizante fomenta el crecimiento de las hojas en lugar del almacenamiento de azúcar. La maduración se da naturalmente en los períodos secos más fríos. De lo contrario, se la acelera reteniendo el nitrógeno y el riego y aplicando un madurador químico como por ejemplo trinexapac, sulfometuron o glifosato.
La mitad de la caña de azúcar se cosecha a mano. Antes de cortar, se pueden incendiar los campos de caña para quemar las hojas que tienen bordes filosos, espantar las serpientes y evitar que las semillas de las malas hierbas retornen al suelo. Los tallos y raíces se dejan intactos. La quema de la caña es controvertida debido a los efectos adversos que ocasiona en el suelo y en la vida silvestre y también por el peligro de incendios que pueden descontrolarse, por lo tanto se encuentra prohibida en algunos países.
Los cosechadores que cortan las hojas y las depositan sobre el campo constituyen una alternativa a la quema. Este “mulch” o cubierta vegetal reduce el impacto de la lluvia y ayuda a evitar la erosión del suelo. La caña de azúcar con frecuencia se cultiva en tierras con pendiente o en suelos frágiles. Las tormentas tropicales causan mucha erosión en el suelo. La pérdida de la capa superficial del suelo reduce la fertilidad y la productividad, hace que las operaciones resulten difíciles en los lugares donde se han abierto grietas y el suelo erosionado bloquea los cursos de agua. El escurrimiento asociado de plaguicidas y nutrientes también puede reducir la biodiversidad y causar eutroficación en lagos y ríos.
La reducción de la labranza del suelo también ayuda a minimizar la erosión. Al preparar la tierra para un nuevo cultivo, en lugar de arar los campos, se puede controlar el crecimiento de malas hierbas o de un cultivo de cobertura leguminoso mientras que la tierra está en barbecho mediante un herbicida no selectivo como el paraquat. El paraquat tiene la ventaja, con respecto a los herbicidas sistémicos como el glifosato, que mata los brotes muy rápido, dejando las raíces intactas para mejorar la estructura del suelo y proporcionar un efecto de anclaje para resistir la erosión. Luego se plantan trozos de caña en surcos individuales o franjas angostas de suelo labrado.

Protección de los cultivos de caña de azúcar

Las malas hierbas y el manejo integrado de malas hierbas

Las malas hierbas reducen los rindes de la caña de azúcar al competir por la obtención de luz, agua y nutrientes, al albergar plagas y enfermedades, interferir con la molienda y limitar el número de cultivos de caña soca. El control de las malas hierbas puede ser uno de los componentes más costosos de la producción de caña de azúcar. Las gramineas perennes como el pasto Guinea (Panicum maximum), el zácate Alexander u horquetilla (Brachiaria planteginea), el sorgo de Aleppo (Sorghum halepense) y el pasto Bermuda (Cynodon dactylon) son malas hierbas importantes y muy difundidas.
Los herbicidas residuales que actúan en el suelo sobre las semillas de malas hierbas que están germinando se utilizan mucho en la caña de azúcar. Sin embargo, si bien estos herbicidas brindan un control de malas hierbas a largo plazo, tienen que moverse en el suelo para ser efectivos y pueden lixiviar.  Muchos no son totalmente selectivos para la caña de azúcar y pueden causar daño. El paraquat queda inmóvil en el suelo por lo tanto no puede llegar a las raíces y dañar el cultivo.
En los cultivos de caña soca que se cosechan mecánicamente, el uso de residuos de hoja verde como mulch ayuda a controlar las malas hierbas. El mulch da sombra a las malas hierbas y reduce los nuevos brotes de emergencia luego de la cosecha.
El paraquat tiene una función vital en el manejo integrado de malas hierbas. Si bien el glifosato proporciona un buen control de las malas hierbas perennes, su uso intensivo puede fomentar el desarrollo de malas hierbas de hoja ancha agresivas e incluso resistencia de las malas hierbas. El paraquat proporciona un excelente control de un amplio espectro de malas hierbas anuales, por lo tanto se lo puede alternar con el glifosato para proporcionar un control de malas hierbas efectivo y sustentable, reduciendo así el riesgo de resistencia.
Otra ventaja del paraquat es que no es sistémico. El glifosato se traslada de las hojas a toda la planta y con facilidad puede dañar gravemente la caña de azúcar. Sin embargo, el paraquat se puede usar entre las hileras de caña y las pequeñas cantidades de pulverización que aterrizan en las hojas del cultivo no causan ningún daño.

PLAGAS

Gorgojos, barrenadores o taladrillos, áfidos y gusanos de alambre son todas plagas de insectos que atacan a la caña de azúcar. Los barrenadores del tallo son los más destructivos. Son larvas de polillas que excavan dentro de los tallos, debilitándolos y ocasionando la pérdida de sacarosa. En los EE.UU., en la actualidad una avispa parásita (Cotesia flavipes) controla al barrenador de la caña de azúcar (Diatrea saccharalis). Un ejemplo famoso de un intento fallido de control biológico fue la introducción del sapo de caña (Bufo marinus) en Queensland, Australia, en 1935 provenientes de Hawai en un intento por controlar las larvas de los escarabajos de caña (gusanos blancos). Sin embargo, los sapos de caña ahora constituyen una grave plaga. De las glándulas ubicadas en la cabeza sale un chorro de veneno. Cazan fauna nativa como las abejas y transmiten enfermedades a los sapos y peces nativos. Los insectos no son las únicas plagas de la caña de azúcar. Las ratas pueden ser un problema y en Hawai deben controlar a los chanchos o puercos salvajes.

EMFERMEDADES

La podredumbre roja (Colletotrichum falcatum) es una enfermedad fúngica de los trozos plantados a bajas temperaturas. La enfermedad de la piña o ananá (Thielaviopsis parodoxa) ataca también a los trozos haciendo que los centros se pongan negros y huelan como piñas o ananás pasados. La roya (Puccinia melanocephola) se presenta como pústulas ovaladas elongadas amarillas a marrones en ambas superficies de la hoja. Las pérdidas en los rindes pueden alcanzar el 20% y desarrollar resistencia es un objetivo importante. El carbón (Ustilago scitaminea) hace que surjan órganos negros en forma de látigos de las vainas de hojas enrolladas, en especial en el Sudeste Asiático y en Sudáfrica. Las enfermedades bacterianas incluyen la gomosis, Xanthomonas vasculorum, en la cual aparecen rayas amarillas en las puntas de las hojas y los tallos cortados exudan una goma amarilla y la escaldadura de la hoja, Xanthomonas albilineans, en la cual las rayas amarillas se dan en el cuerpo de las hojas y las plantas forman mocollos en exceso. El mosaico es una enfermedad viral transmitida por los áfidos que causa achaparra miento.




CULTIVO DE VARIEDADES
Las variedades que se escojan para cultivar en un determinado lugar, debe ser las que se adapten mejor a las condiciones de clima y suelos de la zona de influencia de cada ingenio, que tenga un alto contenido de sacarosa, que sean tolerantes a las principales plagas, enfermedades y que los rendimientos sean similares en los diferentes cortes. Cuando las variedades que se han venido cultivando comercialmente se vuelven económicamente improductivas, se deben sustituir inmediatamente, ya que las variedades representan el reglón más productividad, para la industria del azúcar.


Caña de azúcar.
SEMILLA USO Y CARACTERÍSTICAS CLIMA
Caña Negra Para endulzar el guarapo. Frío a Caliente.
San Antoniana Se da muy bien en clima frío y es la caña más usada para endulzar el guarapo. Frío a Caliente.
Java Blanca Preferida para las moliendas. Frío a Caliente.

La caña se corta de sesgo a unos 25 cm. de la raíz y se corta en trozos de unos
20 a 25 cm. de largo. Generalmente de cada caña salen tres pedazos o pies que
pueden ser sembrados inmediatamente. Se debe tener en cuenta que la caña no
esté muy “chure"

 Todos los trozos deben tener tres o cuatro canutillos, más o
menos, para que sirvan como semilla La siembra de caña de azúcar se ubica preferiblemente cerca de la casa para
poderla cuidar mejor, pero como se da en clima cálido y no todo el mundo tiene tierras
o sitios de vivienda en este clima, y como actualmente la mayoría de las familias no
poseen tantas tierras como antes, entonces, se ruegan “por ambías” con los compadres o vecinos o se piden estancias (tierras prestadas) para acceder a la siembra..


LA CENIZA DE LA CAÑA
Nacional en Palmira utilizarán ceniza de la caña de azúcar como adición al cemento para la fabricación de elementos de construcción más resistentes y durables.
Por sus condiciones ambientales, el Valle del Cauca se ha caracterizado a nivel nacional por tener una mayor cantidad de cultivos de caña de azúcar que supera las 218.311 hectáreas sembradas, lo que ha permitido el establecimiento de más de 13 ingenios en la región. De estas maquilas azucareras emanaron en el año 2010 más de 20 millones de toneladas de azúcar que fueron a parar a las mesa de los colombianos.
Sin embargo, para la producción de esa cantidad de caña de azúcar, los ingenios generan miles de toneladas de desechos (bagazo), algunos de ellos utilizados en la actualidad como materia prima para la fabricación de diversos productos.
Uno de los residuos poco explorados es la ceniza del bagazo de caña, producto de la combustión o quema de caña, que generalmente va a parar al medioambiente, generando impactos negativos en los ecosistemas y afectando también la salud humana.
“Encontramos que la ceniza analizada en el estudio tiene una composición química determinada. Dentro de sus componentes se destaca el dióxido de silicio (SiO2) y la alúmina (Al2O3), elementos que al ser mezclados con el cemento pueden mejorar el comportamiento mecánico y durable de materiales de construcción
Según los investigadores, el porcentaje de estos compuestos encontrados en la ceniza de caña es de 53% y 11%, respectivamente, lo que indica que efectivamente abre las puertas a la comprobación científica de la resistencia y durabilidad del cemento mezclado con la ceniza de caña.


El Suelo Cañero
La Caña de Azúcar es un cultivo poco exigente en cuanto a suelos, tolera bien y se ha cultivado económicamente tanto en suelos muy pesados o arcillosos, como en muy ligeros o arenosos. Sus exigencias respecto a suelos se limitan a profundidad, la necesaria para desarrollar su sistema radicular, alrededor de un metro; aireación suficiente, por lo que deben evitarse los problemas de drenaje tanto interno como superficial; pH, valores que no se alejen demasiado de la neutralidad, aunque suele tolerar desde 4 hasta 10; salinidad y/o alcalinidad, no muy elevada, aún cuando hay diferencias bastantes marcadas entre variedades. 
Lo más importante en relación al suelo cañero, el su manejo; el cual debe adecuarse a las condiciones requeridas por el cultivo ya las características físicas químicas y biológicas que cada suelo presenta, y que lo hacen un complejo activo, al cual hay que considerar más como material viviente que como materia inerte. Ese manejo, en consecuencia, debe orientarse básicamente hacia el logro de cambios favorables a desarrollo y productividad del cultivo ya la conservación y posible mejora de las propiedades del suelo mediante: 
  • Conservación y posible mejora de su estructura.
  • Conservación y posible mejora de su fertilidad y contenido de materia orgánica.
  • Evitar los procesos de degradación del suelo erosión, salinidad y de alcalinidad. 
Preparación del Suelo
La adaptación de cada suelo en particular, a los requerimientos de la caña de azúcar, se logra mediante una adecuada preparación, en la cual se deben satisfacer al menos, los siguientes objetivos: 
  • Destruir e incorporar al suelo las malezas y/o los residuos de cosechas anteriores
  • Romper y descompactar el suelo para facilitar la penetración del agua y de las raíces. 
  • Mejorar la estructura del suelo 
  • Destruir los grandes terrones que pueden afectar posteriores labores al cultivo. 
  • Mejorar y facilitar la distribución del agua de riego. 
  • Drenar los excedentes de agua de lluvia o de riego. 
  • Proveer un adecuado lecho donde los esquejes puedan ser tapados uniformemente y donde puedan disponer de adecuadas condiciones de humedad y aireación. 
No hay la menor duda, acerca de las ventajas que se obtienen cuando se ejecutan las labores de labranza; que tanto el suelo como el cultivo requieren. Para alcanzar o al menos acercarse a ese objetivo, es muy importante que esa labranza se aproxime lo más posible a los requerimientos del cultivo, causando el menor daño posible al suelo; lo que se logra mediante la consideración de 3 aspectos muy importantes en la ejecución de la labor: 
  • Profundidad de corte y de descompactación de suelo, según la posición de los estratos duros del perfil. 
  • Movimiento de tierra, de acuerdo al relieve y las características del suelo. 
  • Grado de desmenuzación del suelo, según el cultivo y las características de su material de siembra. No es posible describir una preparación de suelo que pudiera denominarse como clásica para caña de azúcar; por lo tanto, sólo se enumeran y describe una serie de labores, que de acuerdo a las características y al estado en que se encuentra el suelo al momento de realizar su preparación, se aplicarán según el criterio del interesado.

    ARADURA 
    Operación de labranza, que persigue romper y descompactar el suelo, a la vez de destruir e incorporar las malezas y los residuos de cosechas, anteriores. Con ella se incrementa la porosidad y el movimiento del agua a través del perfil, lo que representa una importante labor de saneamiento, mediante el descenso del grado de saturación y el incremento de aireación. El saneamiento a su vez, determina un mayor desarrollo radicular y producción del cultivo, mediante un mejor aprovechamiento del agua y de los nutrientes del suelo por las plantas. 
    RASTREO
    El objetivo de esta labor, es romper los grandes terrones que deja la aradura y que obstaculizan las posteriores labores de labranza, siembra y cultivo Lo más recomendable es labrar lo menos posible después de la aradura, sólo lo suficiente para asentar y tapar adecuadamente los esquejes a la siembra y para que no se interfiera el efecto de los herbicidas. El excesivo laboreo después de la aradura, sólo sirve para mejorar la apariencia de los terrenos y encarecer los costos de producción, pues el efecto de la excesiva desmenuzación o pulverización alcanzada, es detrimental para el suelo, causando el desmejoramiento de su estructura; la formación de estratos duros ("pisos de arado"), por el abusivo empleo de la maquinaria, y la formación de costras superficiales al mojarse y secarse el suelo, por efecto de los primeros riegos o de las lluvias; efectos contrarios a los objetivos perseguidos con las operaciones de labranza y que incidirán negativamente sobre la germinación de los esquejes y posterior desarrollo del cultivo.

    NIVELACIÓN
    Operación cuyo objetivo es acondicionar el relieve o topografía del terreno, para mejorar la eficiencia del riego al cultivo, el drenaje de los excesos de lluvias o de riego y el diseño de las unidades operativas o tablones de la finca, a fin de adaptarlos a las labores de mecanización del cultivo. Hay que distinguir entre: Primero, nivelación liviana o micro nivelación, en la que sólo se requiere eliminar pequeñas irregularidades del terreno o las dejadas por los implementos agrícolas en las labores de labranza del suelo; operación que puede efectuar el cañicultor sin mayores complicaciones. Segundo, nivelación mayor o macro nivelación, en la que hay que efectuar cortes y rellenos de consideración en el terreno, por lo que es recomendable el asesoramiento con un especialista en la materia, pues para ella se requieren conocimientos edáficos y topográficos. 
    Para la ejecución de esta labor, el contenido de humedad del suelo debe ser el adecuado, si se ara con el suelo muy seco, se requiere más fuerza para la roturación y los terrones cortados serán más grandes, duros y difíciles de romper en las posteriores labores de labranza. Con el suelo muy húmedo, se requiere menos fuerza, pero el corte no desmenuza y si no se desterrona a tiempo, los terrones se endurecen y también se dificulta ésta operación. Por otra parte, en los terrenos preparados muy húmedos, debajo del corte, el suelo se apelmasa formando una capa o estrato compacto, denominada "piso de arado", que inhibe la percolación y la penetración de las raíces. 
    En ocasiones, cuando las malezas y/o los residuos de cosecha son tan abundantes, que obstaculizan la labor de los arados, es conveniente despejar un poco el campo con un pase de Big-Rome antes de arar. arado. Es una operación costosa, por requerir gran fuerza de tracción, pero que está plenamente justificada, si realmente existen esos estratos duros, que restringen la penetración profunda del agua y de las raíces del cultivo. En suelos donde la experiencia indica que se infiltran láminas superiores a los 80 mm. por riego, o donde se moja el suelo a unos 80 cms. o más, ésta labor es innecesaria. 
    Cuando el subsolado se hace en suelos húmedos, requiere menos fuerza, pero su efecto es de corta duración. En suelos secos, requiere más fuerza, pero si es seguido de un laboreo superficial mínimo, su efecto puede ser bastante prolongado.
    SUBSOLADO
    Es una labor de labranza, cuyo objetivo es romper estratos o capas compactas del suelo, situadas por el arado . Es una operación costosa, por requerir gran fuerza de tracción, pero que está plenamente justificada, si realmente existen esos estratos duros, que restringen la penetración profunda del agua y de las raíces del cultivo. En suelos donde la experiencia indica que se infiltran láminas superiores a los 80 mm. por riego, o donde se moja el suelo a unos 80 cms. o más, ésta labor es innecesaria.
    Cuando el subsolado se hace en suelos húmedos, requiere más fuerza, pero si es seguido de un laboreo superficial mínimo, su efecto puede ser bastante prolongado.
    SURCADO
    Es la última labor de la preparación del suelo para la siembra. El trazado de la surquería y el diseño de las unidades operativas o tablones de la finca, se hace en función del riego, del drenaje y de la mecanización del cultivo, especialmente la de la cosecha. En donde la topografía del terreno, no permite una buena labor de nivelación, se sigue utilizando el diseño tradicional, en el que la unidad operativa se confunde con la de riego. Pero donde si se puede lograr una buena nivelación del terreno, que permita el trazado de surcos rectos y largos y una más eficiente labor de los equipos de cosecha mecanizada, se pueden rediseñar las unidades operativas, las cuales constarán de varios canteros o unidades de riego sucesivos, deslindados por separaciones de unos tres a cuatro metros de ancho; y bordeados por una acequia recolectora de los excedentes de agua de riego o de lluvia del cantero superior y otra que funcionará como regadera del cantero inferior. La longitud de cada cantero, la misma de los surcos, dependerá de las características físicas del suelo. El número de canteros por unidad operativa, serán los requeridos para conformarla de unos 250 a 350 metros de largo, suficientes para operar eficientemente los equipos de cosecha mecanizada. 
    Para las separaciones entre canteros, se trazan rasantes con pendientes entre 0,2 y 0,3 %. Con esta pendiente, uniforme en regaderas y colectores, se logra una perfecta distribución del agua de riego en los canteros, mejorando la eficiencia del riego y aumentando el volumen de agua manejada y el área cubierta por cada regador; a la vez que se garantiza la eliminación de los excedentes de agua de riego o de lluvia. En cuanto a la surquería propiamente, los aspectos más importantes a considerar en su trazado son: 
    • Pendiente del surco entre 0,3 y 1 %. 
    • Distancia entre surcos de 1,5 m en hileras sencillas o de
      1,05 x 0,60 m en hileras dobles. 
    • Profundidad, sólo la necesaria para conducir sin desbordarse
      el agua de riego, de 10 a 15 cm.  


      LA CAÑA DE AZÚCAR DEL POBLADO













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